Buenas tardes.
Es posible que este tema ya lo haya comentado alguien antes… si es así, puedo borrar el post.
El afeitado es un tema tan personal que cada uno tiene decidida su mejor opción, yo así lo pensaba antes, pero descubrí (mejor dicho, me descubrieron), que hay una manera muy deep ahorro de afeitarse y además disfrutar.
Olvídense de las gillete mach turbo exponente al cuadrado, cuyos recambios valen un ojo de la cara, y hagan la prueba con una maquinilla de afeitar clásica, un buen jabón, una brocha, y unas cuchillas.
Si indagan por internet, hay un mundo de información sobre el afeitado clásico, existen incluso foros, reviews por youtube… bueno, una auténtica locura en el sentido bueno de la palabra.
La maquinilla la pueden encontrar muy barata (< 10 euros), o si lo prefieren, pueden pagar más. Es una inversión que durará toda la vida si la cuidan bien y les sale bien.
También puede ser un bonito regalo si tienen hijos creciditos. Mi padre, me regaló hace unos ańos una Edwin Jager, como esta, que para mi tiene y tendrá mucho valor.
Las cuchillas… por veinte o menos euros, pueden comprar decenas, sino centenas, de ellas. Y una cuchilla le puede durar varios afeitados. A dos céntimos la cuchilla.
La brocha, existen mil tipos, para diferentes pieles, barbas… mi generoso padre me regaló esta, de L’occitane, que es una maravilla para mí:
Y por último el jabón. No se van a aburrir en elegir, por la variedad que existe. A mi me lo regalaron, junto con un estuche muy rústico pero duradero:
El jabón dura lo suyo también, y como estamos en casa, aquí en España hay una empresa que fabrica artículos de afeitado y jabones, hay más vida mas allá de la archiconocida Gillette. Para no incurrir en spam (que tampoco es el objetivo por otra parte) diré que está en Vitoria. El resto es fácil de determinar.
Todo esto lo pueden comprar por separado, aunque también se vende en forma de kit.
Espero que les haya gustado. Yo hice el cambio, los primeros afeitados pueden tener (y no siempre ocurre) sus pequeños cortes porque la piel no está acostumbrada, y la técnica (ángulo de inclinación adecuado y presión), tampoco está depurada pero en muy poco tiempo se adapta uno y su piel. Recomiendo que comiencen a pasar la maquinilla con suavidad, no quiero buscarme demandas judiciales de nadie.
Tras la adaptación luego ya es puro disfrute, una tarea rutinaria y muchas veces odiada, se convierte en placer, en esos minutos frente al espejo, donde uno tiene tiempo para pensar o cavilar sobre lo rutinario y lo místico, mientras la cuchilla se desliza con suavidad y suena ese “cras cras cras” tan bien ajustado, y el olor del jabón que crea una atmósfera particular.
Y lo mejor de todo, como dice mi vecino Paco: por cuatro duros.
Echen cálculos, y anímense a dar el paso. Seguramente no se arrepientan y si creen que pueden arrepentirse porque tienen una piel o barba particulares, hagan la prueba con lo más barato que puedan encontrar, y luego si les gusta, ya deciden si invertir los euros en el afeitado o en otros menesteres.
Este post es un poco contrarian, ahora la barba está de moda, y yo llevo algún tiempo con ella, creo que me queda mejor así, y en la vida tampoco es cuestión de verse mal a uno mismo. Para los pequeños retoques necesarios para no parecer un cromagnon, la maquinilla, la brocha y el jabón siguen cumpliendo a la altura esperada.
Creo que la mayoría o al menos muchos de los de mi generación comenzamos con las recambiables Gillette y sus espumas y geles, que no destacaban por su coste contenido. Y sucedía en un momento de vida, tras la adolescencia, donde normalmente se tienen muchas cosas buenas, menos dinero.
El afeitado clásico, algo que era la norma en nuestros antepasados, que ha caído en desuso, pero que es muy value.
Hay viejas costumbres que por viejas, no quiere decir que sean peores.
Que pasen un buen fin de semana
Un saludo
P.D.: lo siento por los accionistas de Gillette