Igualmente no es una decisión fácil de tomar que peso relativo asignar a dos fondos con un nivel de convicción significativamente distinto.
De la misma manera que hay casos evidentes donde se infravaloran los posibles efectos beneficiosos de la diversificación, en otros casos creo que ocurre lo contrario y se cree que la simple diversficación protege de inconvenientes de los que no puede hacerlo, y que toca asumir si vamos a invertir en dicho activo o metodología, ni que sea a través de fondos.
Yo estoy en el mismo caso que usted. Pero eso no debería ser motivo para olvidar todos los cantos de sirena que uno evitó precisamente por sus niveles de convicción en el equipo gestor de esa época.
Recuerdo por ejemplo que me estuve mirando el LTIF e incluso miré como invertir en él,que fue un fondo muy comentado en alguna reunión incluso del propio Bestinver. Al final tuve la sensación que para tener un grado de convicción excesivamente menor, estaba mejor con todo en el mismo sitio.
En algún otro de características distintas, si que terminé entrando, pero unos meses después, tenía sensación parecida, que aunque en teoría ofrecía cosas que no tenía mi inversión en Bestinver, en la práctica eso no garantizaba la solidez de dicha inversión alternativa.
Efectivamente. Porque tal vez ahora si estemos viviendo una situación donde se agradece algo de diversificación. La alternativa de tenerlo todo en Cobas con los resultados que tiene no es algo que parezca del gusto de nadie.
Pero igualmente sin cierta dosis de convicción parece difícil que uno esté dispuesto a tolerar este tipo de situaciones ni que sea para el 5% de su cartera en lugar de para un % mucho mayor.
Yo creo que en la vida es hasta cierto punto inevitable que se den situaciones que nos ponen precisamente ante las limitaciones de nuestros propios planteamientos. Y precisamente no suele ser bueno cegarse en exceso sobre que no existen dichos inconvenientes. Fíjese como en el caso de @MAA se ha dado el escenario a la inversa. Con producto propio, ni que sea en colaboración, y con cierta necesidad de concentrar más en un producto único, ni que contenga varias metodologías internas.
Y es que aunque medir la diversificación de otro modo no sea nada fácil, el número de acciones, el número de fondos o el número de activos, no es él único criterio de diversificación. Sumar activos pésimos a una cartera por mucho que la diversifique la hace peor. Vamos no creo que ahora mismo nadie (o casi nadie) considere que añadir sellos a una cartera la haga mejor.